La boda de Marta y Nacho fue un evento lleno de encanto y romanticismo.
Marta llevaba un ramo de claveles fucsias que destacaba por su belleza y delicadeza.
La ceremonia tuvo lugar en el Convento de Agustinas Recoletas, un lugar con historia y una atmósfera que proporcionó el escenario perfecto para los votos. La fiesta continuó en el Señorío de Arleta, un enclave idílico rodeado de exuberante vegetación que complementaba a la perfección el estilo silvestre de la boda.